Considera lo siguiente:
¿Quién lleva esta bolsa de huesos, tendones, músculos
y tejidos a todos lados? ¿Quién vive este cuerpo que nace y muere? o simplemente ¿Quién soy?
Cuando comienzas tu hwadu, tu kong-an, o la Gran Duda, nunca intentes encontrar alguna respuesta correcta, ni contemplarlo con pensamiento. Y no esperes hasta que te despiertes. Si llegas al lugar donde el pensamiento no puede entrar, tu mente no tendrá ningún lugar para acudir. Será como un viejo ratón que entra en una trampa hecha de cuerno de buey: no hay paso atrás, ni tampoco adelante. Sería un delirio completo tratar de determinar esto o lo otro, desviarte por aquí y allá siguiendo el karma de vida y muerte, correteando a todos lados por miedo y confusión. Hoy en día, la gente no sabe que esto es una enfermedad y siguen cayendo en esta enfermedad una y otra vez.
~So Sahn
Ayer cumplí años. Me di la oportunidad de reflexionar sobre los 57 años que he vivido en esta tierra. Ha sido una vida con muchísimas bendiciones, junto con muchos desafíos, obstáculos y aprendizajes.
En los años tempranos, este cuerpo se desarrollaba como atleta de natación, tenista, clavadista, corredor de larga distancia, fisicoculturista, ciclista, bailarín, y practicante de yoga.
He trabajado como mesero, escultor, actor, cantante, estudiante, profesor, psicólogo y sacerdote zen.
Además, he experimentado el éxtasis del amor y las lágrimas del desamor.
También he manejado en coche solo desde Nueva York hasta San Francisco, pasando por el desierto del Valle de la Muerte y vi los espejismos bailar sobre el calor de la arena.