Todos queremos ser libres, encontrar el amor, y comprender el sentido de nuestras vidas. La Meditación Budista Zen nos ofrece los métodos para el estudio de nosotros mismos y lograr estas metas.
Los cimientos de La Meditación Budista Zen se basan en la experiencia y la perspicacia conseguidas por medio del acto de sentarse diariamente en el silencio por unos minutos y la transformación que puede traer a la personalidad de cada individuo. Efectivamente se cambian los patrones de cómo se piensa y cómo se ve la vida, por consiguiente, la forma en cómo se experimenta el mundo.
La Meditación Budista Zen tiene métodos y enseñanzas aplicables a todas las áreas de nuestra vida. Nos muestra cómo conectarnos a una fuente infinita de amor, sabiduría, y compasión, lo que es una Presencia sin nombre, sin comienzo, y sin fin, tanto impersonal como íntimo, inalterable, pero a la vez adaptable a todas las necesidades y circunstancias.
La Meditación Budista Zen nos guía en el autodescubrimiento como una investigación del espacio interior de la consciencia. Puede ayudarnos a contestar las preguntas existenciales presentes en nuestra vida: ¿quiénes somos?; ¿por qué estamos aquí?; y ¿cómo vivir en el mundo?
Meditación Budista Zen nos abre una vía directa con el Misterio de La Vida, un saber fuera del rango de nuestras mentes racionales y dualistas. Aprendemos cómo transformar nuestro ego para redescubrir nuestro verdadero Sí Mismo, lo que es uno con el Universo.
La Meditación Budista Zen no sólo consiste en sentarse en silencio sobre un cojín, sino se requiere incluso un involucramiento activo con la vida cotidiana, así nos enseña principios de respecto, ecología, compasión, ética, moralidad, perspicacia, y belleza.