¡Descúbrete!
Los budistas creen que todo ser tiene el derecho de ser libre y vivir en paz. Enseñan que hay una ley fundamental del Universo que se llama “anicca”, lo que significa “imperdurable,” que todo cambia continuamente, incluso el cuerpo, la mente, y nuestra forma de pensar y actuar.
No estamos condenados a vivir en una forma rígida e inalterable basado en la ignorancia, sufrimiento, y el delirio. Se puede elegir en cada momento una nueva forma de responder a las situaciones difíciles de la vida. Lo importante es lo que tú eres en este momento presente, aquí y ahora.
Puesto que todo cambia, cada uno puede cambiar su actitud y su reacción hacia el mundo. En este sentido, el ego puede servir como una herramienta en el descubrimiento de la identidad verdadera, la que es la Naturaleza Búdica, el Sí Mismo real. El ego puede apoyar la transformación, al utilizar la fe y la esperanza para abrirse al Dharma como algo real.
El Dharma, o sea las enseñanzas del budismo, puede liberarnos del sufrimiento y de los sentimientos insatisfactorios de la vida. Solo se requiere dar el primer paso hacia una nueva dirección y escuchar la voz interior del corazón, que indica en cada momento por donde caminar.
Si se escucha esta sabiduría innata, se descubre la alegría más profunda, que uno no se puede ni imaginar. Se descubre que todos somos perfectos justo como somos, porque todo es parte del Infinito, que se manifiesta aquí y ahora como la Vida en sí.
Nuestro karma, o sea las consecuencias como resultado de las intenciones del pasado, le muestran exactamente a cada uno lo que debe ver para liberarse y descubrir su conexión con Lo Infinito. Esto es la invitación que el maestro siempre nos presenta, sea el maestro cósmico, el maestro interior, o el maestro personal.