El Buda compara la fe con eso que nos anima a cruzar el río de samsara:
Un rebaño de vacas llega a la orilla de un río ancho. Las más maduras ven el río y simplemente lo vadean. El Buda las comparó con los seres plenamente iluminados los que han cruzados ya el río de ignorancia y sufrimiento…
Las vacas más jóvenes, menos maduras en su sabiduría, tropiezan por la ribera con temor, pero con el tiempo entran y atraviesan el río…
Por fin vienen las becerras que tiemblan de miedo, algunas acaban de aprender cómo levantarse…
Pero estas vulnerables becerras tiernas también llegan al otro lado, dijo el Buda. Atraviesan el río simplemente por seguir los mugidos de las voces de sus madres.
Las becerras confían en sus madres, y anticipando la seguridad de su reencuentro, siguen sus voces y atraviesan el río. Eso, dijo el Buda, es el poder de la fe.
~Buda
Aquellas becerras que buscan el camino hacia la salvación somos nosotros. Aquí, temblamos a causa de nuestra inmadurez y falta de experiencia, más tenemos que confiar en lo desconocido, la voz interior de nuestra naturaleza búdica que nos anima a seguir adelante a pesar de que nos sentimos inseguros de cómo proceder.
Pero si confiamos en los que han atravesado antes, los miembros de la sangha más maduros, nuestros maestros y amigos espirituales, encontramos la valentía enfrentar el reto, anticipamos la seguridad del reencuentro con nuestra verdadera madre, la mente original.