El maestro Sheng Yen, en su libro Rompiendo la Gran Duda: La Práctica Chan del Huatou (Shattering the Great Doubt, 2009) hace referencia a cómo vaciar y purificar la mente. Él dice que, si quieres vaciar la mente de sus enfados y sufrimiento, tienes que primero purificar tu mente. Una vez que la mente esté purificada, las negativas condiciones infinitas se acaban naturalmente.
Así se revela la esencia de la mente, y tus actos se vuelven libres de karma del cuerpo, el habla, y la mente. Tu naturaleza original como talidad verdadera se manifiesta en la mente pura, sin discriminación entre lo puro y lo impuro. Por tanto, puedes entrar al reino de lo puro e impuro sin mancharte. La mente libre de enfados es como un mar tranquilo, asimismo, la mente vacía es infinita como el cielo despejado de nubes.
Vaciar la mente no significa destruir todo dentro de ella, más bien desapegar la mente de todo enfado y apego. Este consejo de cómo purificar la mente se dirige a los practicantes más experimentados, puesto que la gente ordinaria encuentra más fácil purificar su conducta que su mente.
Sin embargo, sin conducta pura, ¿cómo puedes purificar la mente? Así que, si sólo puedes seguir los preceptos, tu mente se transformará poco a poco, llegando a ser pura también.
La mente pura no es algo que puedas adquirir, como algo que se gana después de un período de práctica. De hecho, la mente pura siempre ha estado allí como parte de nuestra naturaleza fundamental.
Pero, junto a esta mente pura hay además enfados e ignorancia fundamental. El propósito de la práctica es dejar que esta mente pura de talidad verdadera se revele. La práctica es como abrirse a la luminosidad de la mente pura, y dejar que brille sin impedimentos, es decir, libre de ignorancia, delirio, y enfado.
Imagínate un perro afuera en la nieve, cubierto hasta el punto de que no se ve el perro, sino sólo una forma de animal de nieve. Entonces, el perro se marcha, y se pone debajo de un árbol. Allí se sacude, y toda la nieve cae, revelando el perro abajo.
Es como se usa el hwadu. Se investiga hasta que se acumula una gran masa de duda. Cuando la duda se destroza, entonces, por lo menos un rato, enfado, ignorancia, y delirio se marchan, dejándote con la mente pura de tu naturaleza original.
Así, observar al perro quitarse la nieve es como ver tu propia naturaleza del sí mismo. No obstante, si el perro sale de nuevo, se cubre otra vez con la nieve, así que tendrá que sacudirse una y otra vez para quitársela.
Es un proceso continuo, hasta que el perro en sí desvanezca. Entonces, si aún hay nieve, mas ya no existe un perro por cubrir, es como la mente pura de Iluminación completa.